Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista The Lancet, ha demostrado que hasta en un 40 % de veces la demencia puede ser prevenible. Los principales factores protectores fueron los hábitos de vida de acuerdo con la edad. En las primeras etapas de la vida, lo más importante para conservar saludablemente, es el aprendizaje. La escolaridad y los logros académicos y cognitivos se han asociado con una disminución del riesgo de demencia. Por su parte, en la mediana edad, es importante priorizar hábitos de vida saludable. Conservar una buena salud auditiva, evitar los traumas en la cabeza, controlar el peso, prevenir la hipertensión y la diabetes, junto al exceso de alcohol, la alimentación balanceada reduce el riesgo de padecer demencia. En la adultez mayor, una adecuada integración social evitando el aislamiento, la depresión, el sedentarismo y la inactividad física, son importantes para conservar una memoria sana. Es de destacar que en esta población el hábito de fumar explica por sí solo un 5 % de la presencia de demencia. Por lo que es altamente recomendable dejar de hacerlo.
En conclusión, este estudio nos ilustra que es importante mantener hábitos de vida saludables desde edades muy tempranas y sostenerlas por el resto de la vida. Lo que haga con mi salud hoy tiene relación con mi memoria mañana.
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1. Livingston G, Huntley J, Sommerlad A, Ames D, Ballard C, Banerjee S, et al. Dementia prevention, intervention, and care: 2020 report of the Lancet Commission. The Lancet. 8 de agosto de 2020;396(10248):413-46.
